jueves, 25 de mayo de 2017

El Insigne Himno que Representa a Nuestro Bravo Pueblo



Gloria al Bravo Pueblo”
Con estas palabras comienza el insigne himno que representa a la nación que viera nacer un día al Libertador; nación que consiguiera su libertad tras batallas, lanzando el yugo que le esclavizaba sin faltar a la ley, la virtud y el honor.

En sus frases hermosas se concentra el sentir de un pueblo que se negaba a seguir esclavizado, el sentir de los ancestros de cada venezolano y venezolana, aquel pueblo glorioso, valiente, honorable, que derramo su sangre en las 80 batallas del proceso independentista que tuvo lugar entre 1810 y 1823, en las cuales, los Patriotas obtuvieron contra los Realistas, 50 victorias.

Cuenta la historia que el 12 de febrero de 1814, en la Victoria, 2.000 Patriotas, en su mayoría estudiantes, liderados por José Félix Rivas, se enfrentaron contra 5.000 hombres de las Fuerzas Realistas, liderados por José Tomás Boves, obteniendo el triunfo luego que Vicente Campo Elías reforzara las tropas patriotas con apenas 220 soldados. Esta pasaría a la historia como la Batalla de la Victoria.

Otra anécdota se remonta al 28 de febrero de 1814, día que pasaría a la memoria nacional como la Primera Batalla de San Mateo, en la que las Tropas Patriotas, comandadas por Simón Bolívar, lucharon por más de 10 horas contra los Realistas. Ganaron los Patriotas, pero durante la batalla fallecieron alrededor de 1000 hombres.

Nuestro glorioso himno nacional exalta también a ese pueblo pobre que desde su choza imploraba al Creador que les ayudara a ganar la batalla, y celebra una América libre y unida. Este canto patriótico fue uno de tantos que nuestros ancestros entonaban fervorosamente en esa época que marco un antes y un después en nuestra historia.

El himno fue conocido como “Canto Nacional” hasta el día 25 de Mayo de 1881, cuando fue decretado como Himno Nacional de Venezuela por el entonces presidente de la República, Antonio Guzmán Blanco, pero en dicho decreto, no se hizo referencia a los autores de la letra, ni de la música, lo cual generó dudas y polémicas al respecto, razón por la que hoy en día hay quien investiga sobre esto.Sin embargo, la versión que se maneja desde 1996, señala que luego de los sucesos del 19 de abril de 1810, el poeta Vicente Salias, en un momento de euforia, improvisó sus versos durante una de las sesiones de la Sociedad Patriótica y que su música, fue compuesta por Juan José Landaeta.

Tratándose del Himno que nos identifica como pueblo, ya que representa los méritos alcanzados por nuestros ancestros, entonarlo no debe ser visto nunca como una obligación molesta; al contrario, entonar sus versos, debe ser motivo de orgullo, regocijo, respeto y solemnidad. Sin embargo, el amor por lo nuestro no puede lograrse por imposición; debe nacer en el interior de cada uno, de sus propias convicciones, de su identidad patria, del amor propio.

Por este motivo, cada docente tiene la tarea de infundir estos valores mediando en el proceso de formación de una sana identidad patria en los estudiantes, combatiendo el proceso de transculturización, la cual golpea cada vez con más fuerza la mente de nuestros niños y jóvenes.Esta tarea solo puede llevarse a cabo haciendo uso de diversas actividades dentro y fuera del aula, brindándoles una debida explicación de su contenido poético, histórico y literario, y aplicando diversas estrategias didácticas y pedagógicas que permitan facilitar los procesos de análisis e internalización.

Es bien sabido que la conducta del ser humano se rige por convicciones. Por esta razón, este proceso no se dará en el interior del estudiante si el docente no tiene estos valores inmersos en su ser, por tanto, debe existir la integración y participación activa de cada uno de los docentes que hacen vida dentro de las instituciones educativas, manifestando el mismo respeto que exigen a los estudiantes, ya que un ejemplo vale más que mil palabras.

Siendo que existe un lenguaje que va antes que las palabras, el lenguaje gestual, con el cual enviamos mensajes a nuestro entorno, aun inconscientemente, se hace imprescindible que el colectivo docente tenga esta misma convicción, este sentido de pertenencia y postura ante el Himno Nacional, lo cual se ve manifestado en la conducta y tiene gran influencia en cuanto a la idea que los estudiantes se hacen del mismo.
Por este motivo, en el liceo donde trabajo, hemos tomado la iniciativa de conformar un coro, tomando como punto inicial el fortalecimiento de la identidad y valores patrios a través del estudio del Himno Nacional; si bien es cierto que la actitud que los jóvenes tienen ante los Símbolos Patrios en la actualidad, no es la más apropiada, todo puede solucionarse si se aplican las estrategias correctas.

Los niños están más abiertos a seguir instrucciones, por lo que, en básica, se ha hecho hincapié en el significado del Himno, y el por qué merece tanto respeto, lo cual ha rendido muy buen fruto.

Que estos párrafos sirvan de reflexión a cada uno de los y las docentes de nuestro hermoso estado, que con empeño y amor forjan el futuro (y el presente inmediato) de nuestra nación.

Profesora Welling Dayana Ríos Padilla.
Profesora de Música del U.E.N. Torres Viñas,
E.B.N. Fernando Álvarez de Lugo, y
del Sistema Nacional de Coros
y Orquestas Infantiles M.B.I.



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